MÉRIDA, Yucatán.- Con el fin de tener más tiempo para adaptarse al nuevo formato de factura electrónica, empresarios organizados de Yucatán solicitarán al Servicio de Administración Tributaria (SAT), que otorgue una prórroga para la obligatoriedad de la facturación en la versión 3.3. e incluso se solicitaría que no se aplique por los requisitos adicionales que impone al contribuyente.
La nueva versión digital de la facturación 3.3 entró en vigor de manera opcional el pasado 1 de julio, y será obligatoria a partir del 1 de diciembre próximo.
El dirigente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Mérida (Canacome), Juan José Abraham Daguer, considera prudente presentar la petición al SAT ante los diversos problemas que han enfrentado los usuarios de esta plataforma para timbrar los nuevos CFDI (Comprobante Fiscal Digital por Internet)
"Las cámaras empresariales estamos apoyando a nuestros afiliados con la impartición de pláticas sobre el tema, quienes nos han manifestado que el nuevo formato es complicado y confuso para el personal que se encarga de la facturación diaria de las ventas", aseveró Abraham Daguer.
Por su parte, Carlos Campos Achach, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentado (Canirac) dijo que se realizará la petición formal al SAT para prorrogar la entrada en vigor de esta disposición fiscal.
"La implementación del nuevo sistema electrónico 3.3 conlleva a muchas modificaciones administrativas y en cuestión tecnológica, lo que dificulta su operación sobre todo a los micro y pequeños empresarios. Para muchas microempresas que no están familiarizados del todo con el uso de los equipos de cómputo ni con el Internet, y que poco a poco lo han ido haciendo a partir de que se implementó el uso de la facturación electrónica, estos cambios pueden originar el cierre de sus establecimientos al no poder cumplir con los nuevos requisitos de la facturación electrónica por carecer de la estructura administrativa", puntualizó el dirigente restaurantero.
Indicó que la emisión de los nuevos comprobantes fiscales contemplados en a versión 3.3, significará una mayor carga administrativa para los contribuyentes, tanto personas físicas como personas morales, y sobre todo al sector de los micro empresarios, por lo que su cámara se ha pronunciado en contra de la aplicación de este nuevo sistema digital.
“Tomando en cuenta el daño que causarán a las empresas los cambios en la facturación electrónica, el sector empresarial organizado en Yucatán rechaza la facturación electrónica con la versión 3.3 y, respetuosamente, propone a las autoridades fiscales correspondientes que den marcha atrás a la implementación obligatoria del esquema de facturación”, aseguró Campos Achach.