MÉRIDA, Yucatán.- Con motivo de la emergencia sanitaria por COVID-19, se recomienda la limpieza y sanitización constante de objetos, artículos y superficies de uso común; una de las opciones de desinfección es el cloro de uso doméstico, sin embargo, si no se utiliza adecuadamente y se usa en exceso puede causar intoxicaciones y diversos daños en el organismo.
Es por ello que la Oficina de Representación Yucatán del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) brinda información en cuanto al uso de este producto, ya que el cloro es seguro si se siguen las instrucciones de seguridad.
Alonso Sansores Río, titular de la Jefatura de Prestaciones Médicas, explicó que cuando el cloro se mezcla con agua produce ácidos que podrían dañar el organismo; sin embargo, es más peligroso incluso, cuando las personas lo respiran, ingieren o entra en contacto con la piel.
Las consecuencias y efectos de esta sustancia química en la salud varían según el tiempo de exposición y cantidad, los cuales son: irritación de mucosas o vías respiratorias, que puede afectar la nariz, garganta y generar tos excesiva; lagrimeo y/o irritación de los ojos, y en contacto con la piel puede causar comezón, ardor, urticaria y enrojecimiento.
El especialista del IMSS señaló que para desinfectar de forma segura, es importante seguir las instrucciones del fabricante, mismas que deben estar impresas en el envase.
Lo más recomendable para preparar una solución desinfectante de superficies en el hogar es diluir cinco cucharadas (1/3 de taza) de blanqueador por galón (3.8 litros) de agua, o dos cucharaditas (10 ml, aproximadamente) de cloro por litro de agua.
Al colocar la solución, se recomienda el uso de guantes y mascarilla o cubrebocas para evitar daños en la piel y al respirarlo. Se debe dejar reposar al menos un minuto y ventilar bien el espacio durante y después de la aplicación.
Sansores Río advirtió que nunca se debe mezclar cloro con amoníaco o cualquier otro limpiador.
Para finalizar, señaló que en el caso de contacto directo con la piel, es necesario lavar con abundante agua y jabón para detener la irritación.
Si se presenta tos, náuseas o dificultad para respirar, la persona debe acudir a consulta a su Unidad de Medicina Familiar (UMF) para prevenir cualquier complicación.
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