¿Por qué siguen apareciendo nuevas enfermedades en China? 📹


El Coronavirus Covid-19, que hasta la fecha ha infectado a más de 330 mil personas y ocasionado la muerte de más de 14 mil a nivel global, está generando titulares en la prensa, pánico social, caídas en la bolsa, crisis económicas así como klómetros de información falsa en redes sociales.

Un virus, se originó en un país que en el cual se han originado varias de las nuevas enfermedades que han azotado al mundo entero en los últimos años: China

En 2003, el primer coronavirus, llamado SARS Cov por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se expandió a 26 países luego de iniciarse en Guangdong, sur de China.


¿Por qué sigue China causando nuevas enfermedades que afectan al mundo entero?


Un video publicado por la página web estadounidense VOX explica el modo en el cual han iniciado las últimas epidemias por virus en China. Todas las investigaciones conducen a un mismo origen: los mercados de animales salvajes en el país asiático.

Además, el contenido de este vídeo demuestra un grave error en los humanos, que es tratar de utilizar proteína animal para su alimentación cuando el sistema de salud norteamericano que es el que más estadísticas tiene al respecto -aunque se niegue a publicarlas en el sentido correcto -,  demuestra claramente que a mayor consumo de proteína animal mayor incidencia de enfermedades crónicas como cáncer, infartos, Alzheimer entre otras  14 enfermedades que casualmente, son las 14 enfermedades incluidas en todos los seguros de gastos médicos mayores.

El vídeo difundido por VOX explica que luego de la Gran Hambruna que vivió China durante la década de los años 60 del siglo pasado, el gobierno permitió que los campesinos empezaran a traficar animales salvajes.

A partir de esta situación se empezaron a crear una serie de mercados en los cuales se ofrece la carne de animales como tortugas, tigres, monos, murciélagos, serpientes, entre muchos otros.

Sin contar, además, con que el uso de estas especies se empezó a popularizar para otros usos: en China se cree que los derivados de la aleta de tiburón tienen propiedades afrodisíacas. Eso explica que alrededor de los animales salvajes se haya creado una fuerte industria de diversos productos, desde tónicos para la piel hasta medicamentos naturales.


La amenaza


Esta industria no solo significa una fuerte amenaza para muchas especies, sino que aumenta las probabilidades de contraer virus animales.  Como se sabe, la influenza proviene de los gallos y los cerdos, mientras que el VIH proviene de los simios. El ébola y el coronavirus provendrían de los murciélagos. Pero no necesariamente por su ingesta.

Peter Li, un profesor de la Universidad de Houston experto en China, comenta que los animales salvajes como comida son un lujo de las clases altas de ese país.

Sin embargo, la utilización de otros productos como aceites o cremas con diversos fines, sí es una práctica generalizada. Y la probabilidad de ser contagiado con un virus animal reside exactamente en el mero contacto. Esa probabilidad aumenta por las condiciones en las que tienen a los animales en los mercados chinos.

Como lo muestra Vox en su video, las condiciones de sanidad de las especies son completamente precarias. Muchos de los animales reciben las heces de los demás así como todos los desperdicios que se generan en el lugar.

El solo contacto con uno de ellos podría desencadenar un nuevo virus.

El gran problema con este fenómeno, agrega Peter Li, es que el Gobierno Chino declaró los animales salvajes como recursos naturales. “Una declaratoria que indica que cualquier persona puede explotarlos como lo desee”. Tigres, pangolines, rinocerontes, murciélagos, hacen parte de las especies explotadas por la industria china de la fauna salvaje.

Una industria que si bien es pequeña en comparación con otros sectores económicas de China, “tiene una gran capacidad de lobby”, dice el profesor.

En ese contexto, varios activistas han afirmado que la única forma de parar los virus que surgen en China es detener primero el tráfico de animales. Una posibilidad que, dada la fuerza del mercado, se ve muy lejos.

¿Será el coronavirus el punto de inflexión que cambie las cosas o habrá que esperar más pandemias?

Artículo Anterior Artículo Siguiente