El septuagenario falleció en Umán, donde es velado por sus familiares y conocidos.
Nacido en la pobreza, Miguel Aarón Echeverría Ontiveros conoció fama y fortuna. La falta de recursos le impidió asistir a la escuela y desde niño trabajó para ayudar al sostenimiento de su familia. Formó parte del gremio periodístico cuando vendió diarios y voceaba los titulares de Yucatán y Sureste; en esa etapa conoció a Pedro Infante.
Trabajó como ayudante de panadería hasta que decidió vender sus propios pastelitos, que ofrecía parafraseando El yerberito moderno. Empezó a destacar por su potente voz y se convirtió en celebridad un día que se fue la luz en el parque Carta Clara y de viva voz cantó el orden al bat de los beisbolistas.
Su popularidad llegó a Miami a donde fue invitado por un programa de televisión, y rechazó la oferta de un millón de dólares por la patente de sus pasteles. Cuando tenía unos 25 años se ganó un millón de pesos en la lotería y en tres meses los derrochó en las cantinas.
El pasado mes de junio, usuarios de las redes sociales confundieron al popular personaje con una persona fallecida en Mérida, cuya esquela apareció en un medio impreso y lo dieron por "muerto".
De esta manera, la “noticia” se viralizó al grado de que muchas personas comentaron su tristeza por la muerte de Miguel Aarón Echeverría Ontiveros, mejor conocido como “Miguelito, el rey de los pastelitos”, sin embargo el fallecido en realidad fue Miguel José de Jesús López Pacheco, quien era muy apreciado en los circulos religiosos de la iglesia católica y a quien también le apodan "Miguelito".
Este sábado, finalmente "Miguelito" ha fallecido y su pregonar se escuchará en otro lugar, fuera de este mundo.
A continuación un vídeo publicado recientemente por la Jornada Maya de un reportaje que realizó sobre el popular pregonero: