Casos de recién nacidos adictos a las drogas se triplican en E.U.

ATLANTA, Estados Unidos.- Ataques epilépticos, glaucoma, dificultades para alimentarse, comer y respirar, excesivo llanto e irritabilidad del sistema nervioso central, son algunas de las dolencias que tienen los bebés de madres que consumen opiáceos embarazadas o mientras dan pecho.

El número de estos bebés adictos en Estados Unidos se ha triplicado en los últimos 15 años, según indicó un estudio divulgado esta semana por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por su sigla en inglés).

En 1999, de cada mil nacimientos había uno de un niño con síndrome de abstinencia neonatal, como se le conoce a esta condición, pero ese número aumentó a seis de cada mil en 2013, según las cifras más recientes con las que cuentan las autoridades sanitarias de una muestra de hospitales de 28 estados del país.

“Este síndrome es un indicador de la epidemia del opioide. Se trata de una tendencia preocupante", escribió Jean Ko, autora principal del estudio que muestra que Maine, Vermont y West Virginia son los sitios donde la situación ha empeorado más dramáticamente.

La causa más común de síndrome de abstinencia es la exposición de opiáceos en el útero, incluyedo analgésicos como la oxicodona, la morfina y la metadona, que además suelen ser puerta de entrada a la heroína. Aunque también puede ocurrir en mujeres que usan medicación, especialmente metadona, para tratar su adicción.

Los CDC indicaron que las cifras son, probablemente, una subestimación del verdadero problema, aunque el estudio tiene algunas limitaciones como que no incluye los nacimientos que se producen fuera del hospital, y que los cambios pueden no representar correctamente el aumento en los números reales de niños afectados en función de la población de alumbramientos de cada estado.

Los resultados coinciden con un reporte previo que había mostrado un incremento de cinco veces en la dependencia a las drogas desde 2000 a 2012, realizado por el National Institute of Drug Abuse.

Las graves consecuencias

Es más frecuente que los bebés con síntomas de abstinencia nazcan prematuramente y requieran de cuidados intensivos.También que necesiten tratamiento con medicamentos (a menudo morfina) para aliviar los síntomas, un medicamento que luego se disminuye gradualmente hasta que el bebé se ajusta a vivir libre de opioides.

Estos recién nacidos deben permanecer en el hospital una media de 16.9 días, con un costo total para los hospitales que en 2012 el National Institute of Drug Abuse estimó en 1.5 mil millones de dólares, en comparación a los 2.1 días que requieren en promedio los otros recién nacidos.

La mayoría de estos cargos, hasta 81%, fueron pagados por los programas estatales de Medicaid, lo que refleja una mayor tendencia de las madres que abusan de opiáceos a formar parte de comunidades de bajos ingresos.

“Los bebés afectados también son propensos a sufrir discapacidades cognitivas a largo plazo como trastornos por déficit de atención”, dijo a USA Today la doctora Suna Seo del Hospital de la Universidad de Georgetown, una especialista en neonatología, añadiendo que las estadísticas concretas sobre los efectos a largo plazo no están disponibles todavía, pero se conocerán en los próximos años.

El camino a seguir

Este año los CDC presentaron 12 recomendaciones para la prescripción de opiáceos. Tres principios claves destacaron: que los tratamientos sin opioides se prefieran para tratar el dolor crónico; que cuando se utilicen, se recete la dosis más baja que resulte efectiva para reducir riesgos de sobredosis; y que los médicos monitoreen a sus pacientes. Según la agencia, el mal uso de opioides de prescripción y la adicción de medicamentos afecta en este momento a alrededor de 2 millones de estadounidenses y entre 1999 y 2014 más de 165.000 hombres y mujeres murieron a causa de una sobredosis de opiáceos recetados.

“Cuando nueve de cada diez estadounidenses no puede acceder a los tratamientos de adicción que necesitan, se debe luchar por aumentar el alcance a través de Medicaid, los seguros privados y otras organizaciones”, dijo a Univision Noticias Linda Rosenberg, presidente del National Council for Behavioral Health.- (Con información de Univision.com)

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