Quinceañero mata a un hombre en partido de futsal


Un joven de 15 años fue detenido por el crimen de Guillermo Pelegrina, el hombre asesinado de un disparo en la nuca mientras se disputaba un partido de fútbol sala el jueves pasado en Mendoza (Argentina).

El chico, apodado "Tonga" y que es ininputable por su edad (cumplió 15 años el mes pasado), tiene antecedentes delictivos importantes. Fue señalado como posible autor de tres homicidios perpetrados el año pasado en zonas marginales de Guaymallén (Gran Mendoza) y su prontuario también suma algunos delitos contra la propiedad. Por ello fue detenido en varias oportunidades, pero recuperaba rápidamente la libertad.

En esta ocasión su situación sería diferente. La fiscal especial Claudia Ríos le tomó una declaración informativa y tendría suficientes pruebas como para que el "Tonga", de quien se reserva su identidad por ser menor, quede a disposición de la Dirección de Niñez y Adolescencia y de la Comisaría del Menor, organismos que resolverán si es alojado en alguna institución pública.

El adolescente fue arrestado el último día de 2013 en la manzana 19 casa 21 del barrio Lihué, en Guaymallén, en el marco de una serie de allanamientos que terminó con 14 personas detenidas que podrían tener vinculación con el crimen de Pelegrina. Al día siguiente todos fueron liberados, pero los investigadores consiguieron pistas que los llevaron al "Tonga" y a otro joven de 19 años, llamado Leonardo Sosa.

El mayor, que está internado con custodia policial en el hospital Central tras ser baleado el sábado pasdado, se abstuvo de declarar. En cambio el "Tonga" sí habló, aunque los investigadores no creen en su versión.

Por ejemplo, dijo que nunca había visto ni tenido un arma de fuego en sus manos, pese a que en su perfil de Facebook se mostraba armado. También negó haber estado en el polideportivo Poliguay la noche del asesinato de Pelegrina, y vinculó a “otros pibes de la zona” en el asesinato.

Pero, según funcionarios judiciales, los dos jóvenes están comprometidos en la causa. Según publicó diario El Sol, fuentes cercanas al expediente señalaron que Sosa (apodado Kiko), le habría dicho al chico de 15 años: “¡Dale, dispará, dispará!”.

Pelegrina había ido el jueves pasado a ver la final del torneo local de fútbol sala, entre Poliguay y Municipalidad de San Martín. El hombre, padre de dos hijos y que esperaba un tercero, era jugador de otro equipo.

Cuando estaba por comenzar el segundo tiempo, un grupo de barras de Atlético Argentino (otro club de la zona) ingresó violentamente al estadio y se enfrentó con otros hinchas de Independiente Rivadavia, que habían sido invitados por la gente de Poliguay para alentarlos. Hubo disparos y uno impactó en la cabeza de Pelegrina, que intentaba escapar del caos.- (http://www.clarin.com)

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