- No logra desmarcarse de sus orígenes, y en sus discursos quiere venderse como panista
KANASIN, Yucatán.- Sin empacho, apelando a la desmemoria de los kanasinenses, y sin un ápice de vergüenza, Edwin Bojórquez Ramírez miente cada vez que habla con la gente del municipio. Cada que abre la boca es solo para esbozar mentira tras mentira.
Miente cuando dice que mejorará los servicios públicos municipales, pues siendo solo director del agua potable, nunca pudo sino abaratar insumos y generar un caos mayor en el suministro del vital líquido.
Miente doblemente cuando atribuye ataques infundados en su contra, tratando de venderse como víctima de sus opositores, cree que la gente no recuerda bien su nombre. Cada que abren su llave de agua y no ven salir agua, o lo que es peor, un agua con fétidos olores, le recuerdan.
Miente cuando intenta desmarcarse del PRI, su casa, cuando intentan negar sus orígenes, y miente cuando se hace al desentendido de Carlos Moreno Magaña, su aún patrón. No busca muecas para ocultar su enojo cuando lo vinculan a su aún jefe y cómplice de tranzas.
Los panistas de Kanasín conocen muy bien su trayectoria y saben que de azul solo tiene el membrete, saben que por más que mienta, transpira el priísmo que fue su padre, aunque quiera negar la cruz de su parroquia.
Dice que cambiará la historia social y política del municipio, engañando con cinismo y gran facilidad a los inocentes panistas, que no toman en cuenta que tuvo la mejor escuela para aprender a mentir, el PRI.
Abraza a la gente con a misma facilidad que les miente mientras les vende “espejitos” sabe que de llegar verá en Kanasín un “cheque en blanco” con el que podrá seguir viviendo a costa del que menos tiene, como se acostumbró al frente del Agua Potable.