- El titular de la CODEY, recomendó la aplicación del "Modelo Hidalgo" para la atención a pacientes con padecimientos mentales graves.
MÉRIDA, Yucatán.- En el Hospital Psiquiátrico “Yucatán” se han dejado de dar electrochoques a los usuarios, debido a la desaparición del respectivo equipo médico, afirmó el presidente de la Comisión de los Derechos Humanos del Estado (Codhey), Miguel Oscar Sabido Santana.
Aseguró que hace cinco años se dejó de practicar ese tipo de "terapia" a los pacientes con enfermedades mentales graves.
En la administración del gobernador Mauricio Vila Dosal se dio a conocer que el equipo de electrochoques desapareció del nosocomio, y hasta hoy, se desconoce su paradero. Ante esto, el Ejecutivo local interpuso una denuncia ante la Fiscalía General del Estado.
Sabido Santana destacó las ventajas del Modelo Miguel Hidalgo de Atención en Salud Mental, por lo que recomendó al Ejecutivo local su aplicación en los pacientes cuyo padecimiento sea leve o moderado, ya que ante todo se busca su reintegración.
“El Modelo Hidalgo se puede aplicar para cierto tipo de pacientes, no para todos, dependiendo del grado de discapacidad o padecimiento, ya sea leve o moderado, de las personas”, añadió.
Dijo que de durante el año, la Codhey realiza diversas visitas y recorridos al Psiquiátrico y ha emitido varias recomendaciones porque las instalaciones no son las adecuadas y son diversas las anomalías que prevalecen y que es importante corregirlas.
En 2018 y 2019 se efectuaron varios operativos, pero en 2020, sólo fueron dos actividades, una de las cuales, fue en coordinación con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
Miguel Oscar Sabido Santana, presidente de la Codhey |
Recordó que dentro de las atribuciones de la Codhey está el vigilar el respeto de las personas que están internadas, albergadas, refugiadas en algún centro o institución sobre todo, públicas, sobre todo en los Centros de Reintegración Social (Cereso), cárceles públicas, hospitales, albergues, refugios, así como el Psiquiátrico.
Miguel Sabido señaló que el año pasado el trabajo de la CODHEY se enfocó en la inspección de como eran atendidas las personas con COVID-19, se investigó el número de contagiados y las medidas que se tomaron para su atención.
De acuerdo con los criterios internacional, y las normas nacionales, la dinámica a seguir es que el menor número de personas sean internadas en un hospital psiquiátrico, por lo que el “Yucatán” no es la excepción.
"Lo ideal es que las personas que tengan un tratamiento psicosocial o mental reciban la atención en sus domicilios o con sus familiares, y que el hospital psiquiátrico, sea la última opción, para aquellas personas que no tienen familiares o su problema sea severo o grave. Lo ideal es que después de su tratamiento, puedan regresar a su hogar"
"Las instalaciones del Psiquiátrico son muy antiguas, no son funcionales, tienen numerosas carencias y deficiencias. Las autoridades están conscientes y son quienes deben tomar la decisión para hacer el cambio de edificio”, expuso.
Menores de edad en el psiquiátrico
En el caso de los niños y adolescentes internados en hospital psiquiátrico, el titular de la Codhey comentó que son los que están albergados en el Centro de Atención Integral al Menor en Desamparo (Caimede) del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) Yucatán.
"Todo tienen una discapacidad psicosocial o mental que ameritan un tratamiento psicológico o psiquiátrico, y en el Caimede no se les brindaba el tratamiento, ya que el Centro no tiene las instalaciones adecuadas”, explicó.
Por medio de un convenio entre el DIF, la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia (Prodemefa) y la SSY, se destinó y habilitó un área del Psiquiátrico, desocupada y ajena y aparte del sitio donde están los adultos, para que sean ahí trasladados.
Remarcó que los menores se edad siempre están bajo la custodia del Caimede, cuentan con trabajadores sociales y educadores, pero con tratamiento médico por parte de la SSY.
“No están internados en el Psiquiátrico, es un anexo del Caimede que está a lado del Psiquiátrico”, abundó.
Indicó que durante la inspección no constataron que estuvieran experimentado con ellos, y en ningún momento lo informó el personal que ahí labora.
De todos modos, “se pondrá atención especial, se harán más investigaciones para confirmar o descartar si se experimenta con niños”.
Recordó que hace dos o tres meses, arribó personal del Mecanismo de Prevención contra la Tortura de la CNDH, quienes realizaron diversas inspecciones a institutos públicos y privados, tal el caso de penales, ministerios públicos, alberges, centros de salud, y al Psiquiátrico, por lo que están en espera del reporte de la supervisión efectuada en la entidad.
En lo que han investigado, revisado y supervisado hasta el momento, desconoce si se realizan investigación sin protocolo, financiado por grandes empresas farmacéuticas.
Se hará una nueva supervisión y se verificará con detalles este punto en particular (de experimentación en humanos), para ver que está ocurriendo, y en dado caso, tomar las medidas correspondientes, sentenció.
El titular de la Codhey expresó que de acuerdo con los derechos humanos, el sistema asilar no es conveniente, pues una persona que un problema de salud leve “pueda entrar y salir (del hospital), pueda acudir a su cita correspondiente y tratamiento en su domicilio”.
En dado caso se le dé de alta, debe de existir un seguimiento de su caso, para evitar la recaída, y con ello, que se queda internado.
“Es necesario transformar las instalaciones o cambiarlo de sede, en beneficio de los pacientes y sus familiares, así como de los trabajadores y las personas que van a consultar”, abundó el entrevistado.
Resaltó que hay áreas en condiciones aceptables, las cuales cumplen con las normas de salud, pero hay otras que necesitan atención, más reforzamiento en infraestructura.
“Las instalaciones no son las idóneas. (Los usuarios) ameritan un mejor lugar”, requieren de un tratamiento mejor, expresó.
Consideró que la mejor opción son las villas de transición hospitalaria correspondientes al Modelo Miguel Hidalgo de Atención en Salud Mental, las cuales, reconoció que no las conoce, dado que aún no se ponen en funcionamiento, es decir, sigue en resguardo por las autoridades estatales.
“Si (el Modelo hidalgo) es la vía más idónea, hay que empujar a que así sea y se pueda utilizar”, abundó aunque rectificó que “no se debe de aplicar igual a todos los pacientes”, pues lo ideal es para aquellos cuyo estado de salud mental no es grave.
De acuerdo con el proyecto, se brindará la atención a 120 usuarios, quienes estarán distribuidos en 10 villas. En el complejo se proporcionará cuidado integral a través de consulta psicológica, psiquiátrica, odontológica y de rehabilitación.
Asimismo, contará con un área de teatro, de hidromasaje, de rehabilitación física, además de estudios electroencefalógrafos, todo ello, para reforzar la integración comunitaria del usuario.
El inmueble contará con 10 cubículos para consulta externa, dos dirigidos a psiquiatría, uno a estomatología y siete a psicología.
De igual forma, tendrá una zona de hospitalización con capacidad para 120 personas, distribuidas en 10 villas de corta estancia, cada una con cuatro habitaciones, tres camas y un baño.
También, habrá un área de tratamiento en las vertientes de central médica, observación, de choque, para enfermeras y de valoración, así como de lavado y esterilización.
Igualmente, habrá talleres para rehabilitación psicosocial con biblioteca, cine y gimnasio de recuperación.
Incluso, un espacio gubernamental, cocina, comedores, farmacia y otra zona de servicios generales como lavandería y casa de máquinas, además de sanitarios y vestidores para el personal.
Las puertas principales permanecerán abiertas, como una forma de demostrar a los usuarios que no están encerrados.
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