CIUDAD DE MÉXICO, México.- Los alimentos con el nuevo etiquetado de advertencia sorprendieron y desanimaron al 30 por ciento de un grupo de consumidores mexicanos encuestados, reveló una encuesta de la firma PTI Internacional.
El ejercicio, explicó Xavier González, director de PTI Internacional, se realizó a mil 200 personas para determinar el impacto del nuevo etiquetado que ya empezaron a mostrar productos en anaqueles del sector comercio.
"Ese 30 por ciento de la gente definitivamente sí al principio se vio sorprendido y dijo que no iba a querer adquirir esos productos, los que tuvieran (los nuevos) sellos. Cerca del 60 por ciento de las personas encuestadas está indecisa y el restante, dependiendo de la categoría, los va a seguir consumiendo", describió.
El también consultor de la firma especializada en innovación y nuevos productos de alimentos expuso que expertos de Chile, con quienes hay pláticas, les compartieron que hubo tres aprendizajes y que creen que es lo que sucederá en México.
El primero es que al principio algunos rubros se vieron impactados más que otros en Chile, por ejemplo, la venta de cereales y bebidas azucaradas cayó 25 por ciento y pegó principalmente a las pequeñas y medianas empresas.
"Pero el segundo aprendizaje es que como es tanta la cantidad de productos que tienen los sellos, llega un momento en que se van a convertir en parte del paisaje, entonces la gente se va a acostumbrar a verlos y van a decir 'ahora resulta que todo está con exceso de algo, entonces voy a comer lo que me gusta'".
El tercero es que los sellos impactan de manera distinta por edades, condición de salud e industria.
González se sumó a los cuestionamientos sobre el nuevo etiquetado en México, el cual está compuesto por cinco sellos que refieren exceso en calorías, azúcares, grasas saturadas, grasas trans y sodio, además de las leyendas "contiene edulcorantes, no recomendable para niños" y "contiene cafeína, evitar en niños".
Cuestionó que los productos hayan sido tratados igual, con una medida estándar de 100 gramos como máximo permitido, en vez de raciones o porciones y recomendaciones diarias de ingesta, dando los mismos sellos a productos que rebasan por mucho el límite, en relación a los que lo hacen con poco.
"Si todo me hace daño, de todas maneras lo voy a comprar, por eso es lo que pensamos, que la efectividad sobre el tema de reducción de obesidad va a ser bastante limitada".
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