CIUDAD DE MÉXICO, México.- El coronavirus causante de la enfermedad Covid-19 prácticamente paralizó la semana pasada la actividad porcina en Alemania, uno de los principales exportadores de cerdo al mundo y a China, país con una creciente demanda.
Por otro lado, las importaciones en China desde Estados Unidos, otro protagonista mundial de la producción de cerdo, son importantes y fluyen, pero la guerra comercial que persiste entre ambas naciones podría limitar los envíos.
“No hay capacidad en el mundo que pueda suplantar la producción china”, resumió Claudio Freixes, director general de Kekén, el principal productor de carne de cerdo en México con sede en Yucatán.
La coyuntura abrió grandes oportunidades a todos los países que cumplen con las estrictas reglas para ingresar al vasto mercado asiático, incluido México, donde sólo hay tres empresas con la autorización, incluida Kekén, responsable del 40% de las exportaciones nacionales.
Una de las principales características de Kekén es el trabajo conjunto con la comunidad, con poblaciones campesinas y empresarios medianos; además, es el principal empleador privado de Yucatán, con más de 8 mil plazas; opera sus propios rastros y cuenta con una plataforma comercial, sin intermediarios, con más de 500 tiendas que aportan 45% del volumen total que produce la compañía.
Claudio Freixes, director general de Kekén. |
Actualmente hay 40 compañías mexicanas que esperan la aprobación de las autoridades chinas para comenzar a exportar cerdo y trabajan muy cerca del Servicio Nacional de Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) para cumplir con los requisitos y compartir las evidencias de la normatividad que ahora se realiza mediante fotografías y videos por las restricciones adicionales por la contingencia del coronavirus.
Aunque potencialmente podría significar competencia, la subsidiaria de Grupo Kuo espera que más compañías logran exportar, ya que considera que China no es sólo un mercado muy grande, sino también selecto y exigente, y la vocación exportadora de más empresas fortalecerá al sector porcícola mexicano.
“Esperamos que pronto tengamos otras empresas exportadoras que serán competencia nuestra, pero la competencia siempre es buena”, destacó Freixes.
México es un país deficitario en carne de cerdo, de hecho cada año importa, principalmente de Estados Unidos, 45% del consumo interno, y entonces la pregunta obligada es por qué pensar en los envíos internacionales cuando aparentemente hay mucha oportunidad interna.
La respuesta es que hay nichos de cortes o productos con márgenes mucho más atractivos en otros países como es el caso de Japón.- (Con información de Forbes México).
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