CHOCHOLÁ, Yucatán.- Actualmente, los montes de Chocholá ha aumentado la presencia del venado cola blanca así como de otras especies silvestres, mejoramiento biológico que se observa desde hace poco más de un año, afirmó la comisaria Claudia Fabiola Cob Durán.
Incluso, actualmente, la calidad del agua del manto freático es idónea y las actividades agropecuarias se desarrollan sin problema, pero todo ello está en riesgo ante la posible ampliación de una calera y la licencia para la explotación de material pétreo.
Remarcó entre los motivos del aumento de la biodiversidad está la suspensión de los trabajos de la calera que ahí se pretende construir.
Expresó que al mismo tiempo, en la selva baja caducifolia cada vez son más abundantes las especies endémicas, propias de la región.
Recordó que en marzo de 2018, un biólogo efectuó un estudio sobre la biodiversidad de la comisaría de Chocholá, detectando que el lugar es sitio de apareamiento del venado de cola blanca.
“Cada vez es más frecuente avistar a esta especie, así como a diversos animales, como pavos de montes, entre otros”, acotó.
Destacó la importancia de proteger las especies silvestres, por lo que sugirió a las autoridades federales a establecer medidas para evitar el deterioro del hábitat de estas especies de animales silvestres.
Cob Durán comentó que ese buen equilibrio en el medio ambiente también se observa en los cenotes, no hay una contaminación y el nivel del agua se mantiene igual.
“Chocholá forma parte de la Reserva Estatal Geohidrológica del Anillo de Cenotes, y con ambas empresas, serían los miles de litros que a diario se extraerían, ocasionando serios problemas”, subrayó.
Por ende, se espera que no se apruebe la construcción de la calera Oxxica así como el banco pétreo de la constructora Proser, ya que provocarían un serio daño al medio ambiente.
Incluso, la contaminación afectaría la salud de los pobladores así como a las actividades agropecuarias, tal el caso de la apicultura, de la cual dependen 100 familias, de ahí la importancia de evitar ambas obras, y para ello, el ejido de Chocholá emitió un amparo ante el Tribunal Unitario Agrario (TUA) número 034.
Explicó que el polvo que saldría de la calera provocará que los árboles se sequen, lo que impediría la floración, y por ende, la apicultura se vendría abajo.
Los apicultores -continuó- dependen de las flores, por lo que la actividad se perdería totalmente si comienza la producción de cal”, subrayó.
“Hay que esperar el resolutivo, sólo esperamos que sea favorable para la población de Chocholá, así como para la flora y fauna del lugar”, añadió.
Comentó que espera que los regidores de Chocholá estén a favor de la población y del medio ambiente, y se nieguen a cambiar el uso de suelo de 612 hectáreas de terreno.
Hasta el momento, aún no hay fecha alguna para la sesión de cabildo en la que se trate del tema.