CIUDAD DE MÉXICO, México (Por Eduardo de la Rosa para MILENIO).- El sector privado del país cerró filas para rechazar la posible eliminación del proyecto de las siete zonas económicas especiales (ZEE) del país, lo que pone en riesgo 11 mil 600 millones de dólares, 3 mil millones que ya se tenían “amarrados” y 8 mil 600 millones más que estaban considerados a partir del interés de por lo menos 83 empresas con posibilidad de generar más de 30 mil empleos en Puerto Chiapas, Chiapas; Salina Cruz, Oaxaca; Lázaro Cárdenas, Michoacán; La Unión, Guerrero; Coatzacoalcos, Veracruz; Seybaplaya, Campeche; Dos Bocas, Tabasco, y Progreso, Yucatán.
El que fuera uno de los planes más ambiciosos de la administración de Enrique Peña Nieto, gestado en 2016, delimitó áreas que ofrecen un entorno de negocios excepcional, estimulan la inversión y la actividad económica por medio de un atractivo paquete de incentivos fiscales federales en materia de IVA, ISR, cuotas obrero-patronales, capacitación y el establecimiento de un régimen aduanero especial.
Su posible desaparición, como lo anticipó el jefe de la Autoridad Federal para el Desarrollo de las Zonas Económicas Especiales, de la Secretaría de Hacienda, Rafael Marín Mollinedo, desató la molestia del sector productivo del país por considerar que pone en riesgo el desarrollo de la parte más pobre del país, para la cual se habían prospectado fuertes inversiones.
El martes pasado Marín dijo que al desarrollo de las siete zonas “se les ha dejado de poner atención” y que “el futuro es el desarrollo del Istmo de Tehuantepec”, y ayer la Secretaría de Hacienda lanzó la convocatoria a la consulta indígena para la creación del Programa para el Desarrollo del Istmo de Tehuantepec, para los días sábado 30 y domingo 31 de marzo de 2019.
En un comunicado, la dependencia indicó que el programa tiene como fin generar las condiciones para una economía incluyente que promueva el bienestar de las comunidades indígenas y afromexicanas, y garantice una distribución justa de beneficios, con pleno respeto a la soberanía nacional y las formas de organización y vida comunitaria de los pueblos, preservando el cuidado al medio ambiente y priorizando la inversión pública y nacional.
Apenas en septiembre pasado el ex titular de este organismo, Gerardo Gutiérrez Candiani, estimó que para los próximos 15 o 20 años el monto de inversión en las zonas alcanzaría 42 mil millones de dólares.
Las ZEE “estaban pensadas para hacer un proyecto disruptivo, para equilibrar al sur-sureste, generando empleo, inversión, infraestructura, apoyando al capital humano para cerrar las brechas regionales que existen entre el centro, occidente y norte del país. Ojalá las puedan aprovechar”, dijo en entrevista con MILENIO Gutiérrez Candiani.
Afirmó que existen inversiones que ya tienen un gran avance, mismas en las que solo faltaban algunos permisos para iniciar, por lo que confió en que la nueva administración aproveche estas áreas de oportunidad.
“Ellos evaluarán, lo que quisiera es que se aprovechara, todo es mejorable y corregir lo que se tenga que corregir. Deseo que este proyecto pueda seguir independientemente de los matices que puedan haber. Al final es decisión del nuevo gobierno, si le da continuidad y da las autorizaciones para la instalación de las empresas”, aseveró.
Para el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), Enoch Castellanos Férez, cancelar las ZEE será una pésima noticia para los estados más pobres del país.