Kulubá, nuevo atractivo al oriente del estado


MÉRIDA, Yucatán.- Kulubá es un sitio maya del nororiente de Yucatán que tuvo una relación importante con las urbes mayas de Ek’ Balam y, particularmente, Chichén Itzá, ya que se convirtió en parte de su red de comercio y de control territorial hacia la costa norte.

De acuerdo con el titular de la Secretaría de Fomento Turístico de Yucatán (Sefotur), Saúl Ancona Salazar, el proyecto Kulubá se convertirá en corto plazo en "catalizador de la economía y el turismo" de la zona oriente de Yucatán, principalmente del municipio de Tizimín ya que se convertirá en el tercer sitio arqueológico de la zona.

"Junto Chichén Itzá y Ek Balam, serán un potente imán para la llegada de turismo proveniente de la Rivera Maya que incrementarían la pernocta, tours y derrama económica para la zona", estimó  el funcionario.


Destacó que el nuevo proyecto ya se trabaja en conjunto con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y que en los próximos días se dará a conocer la ivnersión que el gobierno de estado destinará para este sitio turístico.

Ancona Salazar, anticipó que sería en el mes de septiembre cuando Kulubá reciba a sus primeros visitantes los cuales reiteró, vendrían en buen número del estado de Quintana Roo, que gusta de realizar visitas a las zonas arqueológicas de la región del oriente de Yucatán.

Kulubá es una zona arqueológica que pertenece al municipio yucateco de Tizimín. Se encuentra en la región noreste del estado de Yucatán, a 37 km al sureste de la cabecera municipal referida y a 212 km de la ciudad de Mérida, en lo que hoy son terrenos de los ranchos ganaderos de Kulubá y Emannuel y en los ejidos de San Luis Tzutuk y San Pedro Juárez.

Es uno de los pocos sitios de esta región que aún conserva arquitectura en pie y está clasificado bajo la clave 16Qe (4)1 en el Atlas arqueológico de Yucatán (Garza Tarazona y Kurjack, 1980), como un sitio de rango III.


Saúl Ancona dijo que en los próximos días en que se protocolicen los trabajos de rescate y trabajo en conjunto entre el gobierno de Yucatán y el INAH, se conocerán detalles del proyecto, sobre todo los accesos por carretera, adaptaciones que se tengan que hacer para acceder al parque y el resguardo de la zona, en donde todavía hay excavaciones de vestigios arqueológicos mayas a flor de tierra.

"Este nuevo parador turístico, reforzará la ruta de turismo que representa Valladolid, con lo que se agregaría al itinerario de visitantes provenientes de la Riviera Maya, un punto extra que visitar adherido a Chichén Itzá y Ek Balam. Estaríamos hablando de un "triángulo dorado" del turismo arqueológico de Yucatán. Comenzando por Chichén Itzá, Ek Balam y Kulubá, además de tres ciudades importantes como Valladolid, Izamal y ahora Tizimín, que se sumaría a esta importante ruta”, aseguró Ancona Salazar

También dijo que se estarían sumando a la ruta, San Felipe, Río Lagartos y el Cuyo.

"Una buena cantidad de turistas que llegan de Cancún dejaron de ver atractivo sólo venir a Chichén Itzá, por ello, muchos prestadores de servicios empezaron a ver potencial en ofrecer recorridos a Ek Balam o San Felipe y empezaron a realizar paradas en Valladolid, eso beneficia mucho a las comunidades yucatecas”, finalizó.


Antecedentes arqueológicos


El primer reporte arqueológico de Kulubá tuvo lugar en 1941, cuando Wyllys Andrews IV publicó unas notas y un croquis del sitio, como resultado de un recorrido que hizo a fines de diciembre de 1939. Este investigador resaltó la presencia de elementos arquitectónicos “maya toltecas” o “mexicanos”, similares a los de algunos edificios de Chichén Itzá.

Las estructuras más grandes de Kulubá fueron clasificadas años después por Wyllys Andrews V en tres grupos: A, B y C, que se encuentran relativamente cercanas entre sí y de la rejollada principal del sitio. Ésta, al parecer, funcionó como un centro aglutinador del asentamiento. Los conjuntos mencionados tienen estructuras piramidales, palacios, basamentos habitacionales y construcciones menores asociadas.

Las primeras intervenciones arqueológicas en Kulubá fueron llevadas a cabo por la brigada de salvamento del Centro Regional del Sureste del INAH (hoy Centro  INAH Yucatán), de julio a septiembre de 1980, a cargo del arqueólogo, ya fallecido, Ricardo Velásquez Valadez.



Fue a fines de 1999 y principios de 2000 cuando el suscrito y el arqueólogo Carlos Peraza Lope tuvimos la oportunidad de iniciar trabajos arqueológicos en Kulubá. Continuaron éstos bajo mi dirección durante dos temporadas de campo adicionales, en 2001-2002 y 2002-2003. El proyecto tuvo como objetivos principales el levantamiento del plano del grupo central y del área periférica, la delimitación de la zona prehispánica, la restauración de los edificios que aún conservaban arquitectura en pie y la ubicación cronológica del sitio. Luego de todos estos trabajos se hizo el estudio de los materiales recuperados, como cerámica, lítica, concha, etc.

Durante las temporadas referidas se realizaron labores de restauración en el Palacio de los Mascarones y el Palacio Chenes del Grupo B (estructuras 9k1a y 9k1c). También se intervino el Palacio de las U (Estructura 11k1a), la Estructura 11k1b, de tipo residencial, y otras edificaciones menores de la plaza noroeste del Grupo A y una estructura tipo palacio (10I1i) del Grupo C.

Posteriormente se han hecho labores de mantenimiento menor en el sitio, durante 2012 y 2013, con recursos del Programa Temporal de Empleo de Sedesol.

Ahora, con el nuevo proyecto del gobierno del estado,  para intervenir de manera sistemática a gran escala en el sitio arqueológico, se da un paso adelante en la conservación, investigación y difusión de este sitio, legado cultural del pueblo maya.

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