Día Mundial Sin Tabaco 2017: El tabaco, una amenaza para el desarrollo


CIUDAD DE MÉXICO, México.- En México, la ley General para el Control de Tabaco que entró en 2008, sí ya está por cumplir sus primeros diez años, expone —en la fracción VI del Artículo 16— que se prohíbe comerciar, vender, distribuir, exhibir, promocionar o producir cualquier objeto que no sea un producto del tabaco, que contenga alguno de los elementos de la marca o cualquier tipo de diseño o señal auditiva que lo identifique con productos del tabaco.

Ello significa que los cigarrillos de chocolate quedaron fuera del mercado no sólo mexicano sino de la mayoría de los países que luchan contra la adicción al tabaco. De esta manera, hoy sólo se venden chocolates en forma de tortugas, conejos, perritos, lenguas de gatos, estrellas, caracoles, conchas y cualquier otro diseño que no inste al consumo de tabaco en los menores de edad.

De esta manera, los puros y cigarros de chocolate son un producto en extinción en México, no así los cigarros de tabaco, que de acuerdo con el estudio “Muerte, Enfermedad y Tabaco” publicado —apenas este abril de 2017— en The Lancet, el tabaquismo causó en 2015 más de una de cada diez muertes en todo el mundo, matando a más de 6 millones de personas con una pérdida global de casi 150 millones de años de vida ajustados por discapacidad.

Incluso, en todo el mundo, se calcula que uno de cada cuatro hombres y un total de 933 millones de personas son fumadores diarios. Ante este panorama, la Organización Mundial de la Salud (OMS) instauró el 31 de mayo como el Día Mundial Sin Tabaco con el fin de poner de explicar los riesgos que tiene para la salud el consumo del tabaco.

Así, el lema del Día Mundial Sin Tabaco 2017 es: El tabaco, una amenaza para el desarrollo. Y es que la prevalencia del tabaquismo y la consiguiente morbilidad y mortalidad están disminuyendo en la mayoría de los países ricos, en contraste, la mortalidad en los países de ingresos bajos y medios es y será enorme.

En este sentido, la OMS precisa que el combate al tabaco además de salvar vidas y reducir las desigualdades sanitarias, también se pueden limitar las consecuencias negativas para el medio ambiente del cultivo, la producción, el comercio y el consumo de tabaco. Es decir, estos programas ayudan a romper el ciclo de la pobreza, erradicar el hambre, promover la agricultura sostenible y el crecimiento económico y luchar contra el cambio climático.

La OMS refiere que no son solo los gobiernos quienes deben redoblar los esfuerzos: todos podemos poner nuestro grano de arena para poner fin al consumo de tabaco en el mundo de forma duradera.

Enfermedades producidas por el tabaco afectan todo el organismo


  • Boca: lengua, paladar, encías y dientes se ven afectados por los químicos del tabaco, por tanto el fumador puede perder la sensibilidad para saborear los alimentos y hasta generar cáncer.
  • Piel y cabello: pierden su hidratación, se sienten más opacos y tienen menos luminosidad.
  • Pulmones y tráquea: generan lesiones que pueden degenerar en tumores malignos. Es decir, cancerígenos. Así como también asma y EPOC.
  • Huesos: tienden a descalcificarse.
  • Vejiga y estómago: se irritan fácilmente porque las toxinas también suelen contenerse en estas “bolsas” naturales del cuerpo.
  • Corazón: se lesiona en su estructura y los infartos son más comunes en los fumadores.
  • Sistema reproductivo: son más probables los abortos y la infertilidad tanto masculina como femenina.

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