OAXACA, Oaxaca.- Integrantes de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) bloquearon por segundo día consecutivo tramos carreteros federales para exigir la reinstalación de una mesa de negociación con la Secretaría de Gobernación.En algunos puntos carreteros, los docentes, adheridos a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), pernoctaron en esos puntos para cumplir con el acuerdo de la asamblea estatal de permanecer 48 horas continuas al frente de los bloqueos intermitentes. No obstante, la mayoría de la membresía no atendió la orden de sus dirigentes, sino que se retiró por la tarde del martes para regresar ayer .
Uno de los tramos resguardados por la madrugada fue la carretera Federal 190, en el crucero de Hacienda Blanca, en San Pablo Etla. También en la autopista 135-D, en inmediaciones del municipio de Asunción Nochixtlán, aunque es posible circular por otra parte de la carretera federal 190.
Entre los bloqueo intermitentes instalados alrededor de la ciudad de Oaxaca están el que se ubica en el monumento a Juárez (carretera federal 190, zona oriente), y el de la carretera federal 175, Oaxaca-Puerto Escondido, en el crucero del aeropuerto.
A pesar de que es posible la circulación de vehículos particulares, servicio de pasajeros y de alimentos perecederos, fue evidente el congestionamiento vial.
Enojo de conductores
En Chiapas, también por segundo día consecutivo, maestros de la CNTE realizaron bloqueos en cuatro puntos de Tuxtla Gutiérrez, donde unidades de carga pesada quedaron varadas.Los vehículos pertenecen a empresas transnacionales. “Nos prometieron permitirnos el paso a partir de las 07:00 de hoy, pero no, nos engañaron”, dijo uno de los conductores.
José Alfredo Morales Quevedo, chofer de un tráiler proveniente de Tabasco, explicó que desde el domingo pasado ingresó a descargar la mercancía para la empresa, pero el martes los profesores de la CNTE no lo dejaron salir.
“Ellos pelean sus derechos, y los de nosotros quién? Pero en fin”, sostuvo.
“Estamos molestos porque nadie hace valer nuestros derechos, dormimos en los camarotes de la unidad, tragamos en las tiendas de conveniencia y nuestras necesidades fisiológicas las tenemos que hacer en las gasolineras”, narró. (Con información de Excelsior)
